martes, 6 de octubre de 2009
El agua dulce es un recurso limitado.
Sólo el tres por ciento del líquido disponible en el planeta puede ser potabilizado. Sin embargo, en el área metropolitana de Buenos Aires hay escasa conciencia sobre el uso racional de este recurso vital.
La empresa estatal Agua y Saneamiento (AySA), que abastece a la Capital y a 17 partidos bonaerenses, suministra unos 500 litros de agua por día por habitante. Si se tiene en cuenta que en Arabia Saudita por familia se consumen 50 litros diarios, se puede calcular que es, por lo menos, excesivo. También la OMS indica que, para subsistir, una persona debe utilizar 50 litros diarios para beber y cocinar. Los porteños consumen cada día diez veces más.
"Desde AySA, hacemos muchas campañas con los chicos. Trabajamos en el plano educativo. Acá no hay sanciones ni restricciones. Se debe tener en cuenta que si ese consumo se bajara el 20 o el 30%, el esfuerzo y el dinero podría destinarse más rápidamente a la extensión de la red", indicó Adriana Lauro, directora de Relaciones Institucionales de la empresa.
En ese sentido, señaló que poner medidores para contabilizar el consumo por habitante era algo aún difícil. "Poner medidores de forma masiva implica una inversión enorme que no se le puede pedir a la gente. Hoy la prioridad es la expansión de la red", indicó. Y dio el ejemplo de lo que sucedía en Alemania, donde existe un sistema de ponderación: funciona un medidor, pero no es controlado todos los meses. En las facturas, figura el promedio del consumo del usuario. A fin de año, si se cobró de más, se devuelve el dinero, y, si se consumió más, se abona la diferencia.
Además, según Lauro, en la ciudad, los sistemas de construcción de los edificios impiden que se ponga un medidor en cada departamento. "Debería ser el consorcio el que definiera cómo prorratear el consumo por unidad. Sería un principio de solución", agregó.
Objetivo 2017
Según el plan presentado por AySA para el saneamiento del Riachuelo, sólo para 2017 toda el área de concesión contará con agua y con cloacas. El número de habitantes beneficiados alcanzará a 1.777.000 en el caso del servicio de desagües cloacales y a 1.060.000 en el servicio de agua potable.
Según indicó la empresa, "es importante señalar que, para 2012, en el servicio de agua ya se habrá alcanzado el 95% de cobertura".
En junio pasado, el Banco Mundial otorgó un préstamo por 840 millones de dólares que se utilizará para el saneamiento. La mayor parte estará destinada al desarrollo de dos plantas potabilizadoras y de dos colectores cloacales. El manejo de ese dinero lo realizará AySA.
En números
4500 litros pierde por día un inodoro con deficiencias en el flotante.
De 350 a 670 litros consume una canilla abierta durante media hora.
46 litros por día se derrocha con una canilla que pierde.
40 litros se consume durante una ducha breve.
100 litros gasta un lavarropas en cada lavado.
1600 litros pierde diariamente un tanque con problemas en el flotante.
Laura Rocha
LA NACION
"La movilización por el agua lo es todo"
DANIELA ESTRADA: ENTREVISTA A LA ACTIVISTA Y ESCRITORA MAUDE BARLOW
SANTIAGO, sep (Tierramérica) El agua debe ser declarada "patrimonio común" de la humanidad y deben "retroceder" la minería y la agroindustria de exportación, dijo a Tierramérica la canadiense Maude Barlow, que desde hace 20 años investiga y denuncia la degradación y privatización de los recursos hídricos.
Barlow es presidenta del Council of Canadians, la mayor organización ciudadana de su país, y en 2005 recibió el Right Livelihood Award, o premio Nobel alternativo. Con 16 libros en su haber, hoy asesora al presidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el nicarag¸ense Miguel D'Escoto.
Tierramérica conversó con ella en Chile, donde presentó su última obra: "El convenio azul: La crisis global del agua y la batalla futura por el derecho al agua".
TIERRAMERICA: ¿Cuál es la situación de los derechos del agua en el mundo?
MAUDE BARLOW: Este es el tema más contencioso en la discusión mundial sobre el agua: si se va a mantener como un patrimonio de la humanidad y un bien común o va a convertirse en una mercancía a la que se puede acceder a través de las reglas del mercado.
Este debate se da porque el mundo se está quedando sin agua. Vamos hacia un tiempo donde dos tercios de la humanidad no van a tener acceso al agua.
Hay compañías, inversionistas y algunos gobiernos que han decidido que el mercado decidirá sobre la disponibilidad de agua. Esto tiene tres grandes problemas.
El primero es que el agua iría solamente hacia aquellos que podrían comprarla, no necesariamente a los que la necesitan. El segundo es que, obviamente, no habría ninguna protección del agua para la reproducción de la naturaleza. Y la tercera es que se generaría un desincentivo para proteger las fuentes hídricas, porque mientras más escasa sea el agua limpia más alto será su precio.
TIERRAMERICA: ¿Cuál es el grado de privatización del agua hoy?
MB: Es muy pequeño todavía, entre 10 y 15 por ciento de los sistemas mundiales de agua potable y saneamiento. Incluso hay un retroceso porque muchas municipalidades están recuperando sistemas públicos después de haberlos privatizado. Nuestro ejemplo favorito es París, que estuvo casi 100 años bajo un sistema privado y ahora ha recuperado el agua para la gestión pública.
La otra forma de privatización es a través del embotellado. La última tendencia es la privatización a través de derechos: el agua es considerada un derecho de propiedad privada, vendida y comprada incluso por intermediarios (que cobran comisiones en el proceso de comercialización).
También se están estableciendo bancos de agua. El principal problema es que se han generado más cantidad de derechos que el agua que físicamente existe. Pero, por suerte, hay muy pocos países que han probado este sistema.
Chile es uno de ellos y es el más extremista. Otros países que están apenas empezando son España, Australia, y en parte Estados Unidos y Canadá.
Otro de los últimos extremos en esta tendencia es que países ricos que no tienen mucha agua, como Japón, Arabia Saudita y algunos europeos, están comprando tierras en naciones pobres solamente para acceder a sus recursos hídricos.
TIERRAMERICA: ¿Cómo ve a América Latina en materia hídrica?
MB: Probablemente tiene la mayor disponibilidad mundial de agua por persona, porque posee muchos recursos hídricos. Pero en la práctica tiene una de las menores disponibilidades. Y hay tres razones para ello: la contaminación masiva de aguas superficiales y también de algunas subterráneas, la inequidad en el acceso y la privatización.
TIERRAMERICA: Como asesora del presidente de la Asamblea General de la ONU, ¿qué regulación mundial propone?
MB: Que la Asamblea General adopte un programa y una resolución que reconozca la crisis mundial del agua. El plan debería basarse en tres principios.
El primero es la protección de las fuentes de agua dulce y su restauración en todos los países. El segundo es que el agua tiene que ser considerada como un patrimonio común. Debe asegurarse que todas las personas tengan acceso equitativo a ella.
Esto implica priorizar su uso para la producción alimentaria local, lejos del monocultivo para exportación.
Y el tercer principio es establecer su acceso como derecho humano. Sería un error que cualquiera pudiera apropiarse del agua, cuando hay mucha gente muriendo por su falta.
Reclamamos que los países cambien sus constituciones, como Uruguay lo hizo hace tres años, para adoptar esta concepción que da al Estado la responsabilidad de mantener el agua limpia y asegurar su acceso.
TIERRAMERICA: ¿Qué propone para actividades industriales intensivas en uso de agua, como la minería?
MB: La minería tiene que retroceder. Las compañías mineras no pueden seguir contaminando el agua. Hay compañías mineras que prácticamente están gobernando algunos países. Y eso tiene que cambiar.
El uso comercial del agua, incluida la minería, está después de las prioridades anteriores. Se debe solicitar un permiso y pagar por él, y si se destruyen las fuentes o se contamina el agua, los permisos deberían ser cancelados.
Hay dos sectores que van a sufrir: las mineras y la gran agroindustria de exportación.
TIERRAMERICA: ¿Qué importancia le da a la movilización ciudadana?
MB: La movilización lo es todo. Los cambios vienen desde la base. Yo he visto a la gente más pobre del mundo ponerse de pie para luchar por el agua, y es porque sin ella morimos.
Recuerdo a un anciano en Cochabamba, Bolivia, que estaba en un enfrentamiento y yo le pregunté por qué peleaba. Me contestó que prefería morir de una bala a que sus hijos murieran por agua sucia.
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