¿Sabías que…… tomar agua en la hora correcta maximiza su efectividad en el cuerpo humano? 2 vasos de agua después de despertar ayuda a activar los órganos internos. 1 vaso de agua 30 minutos antes de comer ayuda a la digestión. 1 vaso de agua antes de bañarse ayuda a bajar la presión sanguínea. 1 vaso de agua antes de irse a dormir evita apoplejías o ataques al corazón.

Patricia Cánepa Carrau - Asesora para el tema "Agua" para PTSS

domingo, 9 de enero de 2011

Consejos para elegir el mejor protector solar





DR. PABLO PERA

Todos, o al menos gran parte de la población, estamos informados acerca de la importancia del uso de protectores solares en la prevención del desarrollo de lesiones premalignas y malignas de la piel, así como del envejecimiento prematuro provocado por la exposición exagerada al sol. Pero no todos tienen tan claro qué significa el número del factor, cómo debe aplicarse o las diferentes texturas en las que se presentan los productos.

En laboratorios especiales se puede medir la menor cantidad de energía ultravioleta del tipo B que se necesita para producir el mínimo enrojecimiento de la piel de una persona. Esto es lo que se utiliza para determinar la efectividad de los protectores solares, es decir, establecer su factor de protección solar o SPF. La comparación entre la reacción que se produce en la superficie cutánea con y sin el protector es lo que lleva a determinar su potencia.

Los dermatólogos indicamos generalmente factores de 30 o más, que es lo que consideramos un nivel de protección alto (pantallas solares). Es importante destacar que si bien existen productos con SPF de 50 e incluso hasta de 80, no existe demasiada diferencia entre ellos. Por ejemplo, un protector con factor 30 absorbe el 96,7% de los rayos ultravioletas eritematógenos, mientras que uno 60 absorbe solo un 1,6% más. De todas maneras, también hay que tener en cuenta que estos valores se determinan cuando los productos son aplicados sobre la piel en condiciones ideales: colocando dos miligramos por centímetro cuadrado, y extendiéndolo en forma uniforme, varios minutos antes de la exposición solar.

La protección contra los rayos ultravioletas A también es muy importante. Si bien no hay una forma de medición estándar como ocurre con los UVB, el desarrollo de sustancias capaces de filtrarlos se ha ido perfeccionando, y actualmente se considera que el valor debe ser mayor a un tercio del SPF. Las radiaciones UVA (320 a 400 nm) penetran más profundamente en la piel que las UVB (290 a 320 nm), y a diferencia de ésta, están presentes durante todas las horas del día y pueden atravesar el vidrio.

En la piel no protegida, las quemaduras por UVB ocurren típicamente a las cuatro horas de la exposición, con un pico a las 24 horas. Las UVA tienen mucha menor capacidad de provocarlas, ya que necesitan una dosis unas mil veces más grande que las UVB para dejar roja la superficie cutánea. Sin embargo sí tienen un rol preponderante en la producción del bronceado y del envejecimiento.

Otro punto importante para el correcto uso de los protectores solares es no olvidar repasarlos cada dos o tres horas si se está al aire libre. No basta con aplicarlos por la mañana, ya que su potencia se va agotando con el paso de las horas. También hay que reaplicarlos después de baños en el mar o piscinas, e incluso si se produjo una sudoración excesiva.

Con respecto a su formulación, es bueno utilizar la que sea mejor para el tipo de piel de cada uno. Es por eso que existe una amplia gama de presentaciones; desde cremas con mayor o menor grado de fluidez, hasta lociones en spray, barras y geles (estos últimos ideales para pieles seborreicas o con acné).

Tampoco hay que olvidar que la aplicación de protectores solares no debe ser la única medida para resguardarnos de las radiaciones solares. El uso de ropa es importante ya que genera una barrera física contra el paso del sol, siendo preferibles aquellas de trama más densa y de colores oscuros. También existe ropa especial que tiene incorporada en la fibra de su confección sustancias protectoras como el dióxido de titanio. El uso de gorros o sombreros ayuda, siendo mejores los de ala ancha o aquellos que cubren la nuca (para las personas de pelo corto). Por último pero no menos importante, la utilización de lentes oscuros con protección UV es fundamental para los ojos, algo que sólo pueden asegurar aquellos que se adquieren en ópticas establecidas y reconocidas.

El País Digital

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