Analizan bajar tarifa de UTE a clientes que consumen menos Costo. Dejaría de facturar US$ 26: por mes que pagarán otros usuarios
Es muy probable que China proponga reducir la intensidad de sus emisiones y no un recorte en términos absolutos.
Más de cien líderes mundiales están reunidos en Nueva York para tratar de impulsar las negociaciones sobre la reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero que, hasta el momento, no parecen ir ni para atrás ni para adelante.
Según Barbara Plett, corresponsal de la BBC en la ONU, las discusiones han llegado a un punto muerto porque los países ricos no se han comprometido a reducir sus emisiones para evitar una catástrofe climática, mientras que los países pobres se niegan a hacer lo mismo ya que esto les impediría crecer económicamente.
Muchos analistas ven este encuentro -la reunión a más alto nivel que se celebra antes de la cumbre de Copenhague en diciembre- como la última oportunidad para que se llegue a un acuerdo en la capital danesa que pueda reemplazar exitosamente al Protocolo de Kyoto que expira en 2012.
Pero pese a la presencia multitudinaria de mandatarios de todo el mundo, los ojos están puestos en China -un país que lidera la lista de mayores emisores de carbono y es a su vez una nación en desarrollo- que dará a conocer los planes de su país respecto a las emisiones de carbono.
El presidente chino, Hu Jintao, aún no ha hecho el anuncio, pero es muy probable que presente un plan en el que no se comprometa a llevar a cabo recortes absolutos en sus emisiones de dióxido de carbono, sino que proponga reducir la intensidad de las mismas.
clic Opine: ¿Son suficientes las medidas contra el CO2?
¿Qué significa esto?
China cree que es injusto penalizarlos por producir bienes que se consumen en los países ricos.
Se trata de medir la cantidad de combustible fósil que se emplea para generar el Producto Interno Bruto (el PIB es el valor monetario de los bienes y servicios finales producidos por una economía en un período determinado).
En otras palabras, es la cantidad de energía que se utiliza para producir cada unidad de ingreso nacional. Por ejemplo, una manera común de expresar una meta de intensidad está basada en la cantidad de toneladas de CO2 por millones de dólares de PIB.
En los países con mucha industria pesada (como fábricas de acero) la cantidad de energía empleada para producir bienes es muy alta.
En países desarrollados, donde hay una mayor presencia de industrias livianas, la intensidad es baja.
Al poner el énfasis en esta forma de medir la huella de carbono, China puede continuar desarrollando su economía gracias al consumo de combustibles fósiles, pero produciendo bienes de una forma más eficiente.
A pesar de que China ha hecho grandes avances en tecnología verde -superó a EE.UU. como principal mercado de energía eólica y ha crecido mucho en términos de energía solar- el 70% de su suministro energético proviene del carbón.
Por ende, si su economía crece, aumentarán aún más sus emisiones de CO2.
Injusticia
Si China presenta este proyecto aún quedan puntos por negociar, como por ejemplo cómo los objetivos a nivel doméstico se enmarcan dentro de un acuerdo internacional y cómo medir el ahorro de emisiones en términos absolutos bajo este parámetro.
El punto de vista chino es que la mayor parte del cambio climático está alimentado por la demanda de Occidente de productos chinos. Por esta razón, creen que es injusto penalizarlos por el uso de combustibles fósiles para fabricar bienes que se consumen en los países ricos.
China y EE.UU. son responsables de cerca del 20% de las emisiones de gases con efecto invernadero generado a partir de carbón, gas natural y crudo. La Unión Europea emite el 14%. Le siguen Rusia e India con 5% cada uno.
ANDRÉS OYHENARD
El Ministerio de Industria le propuso a UTE que modifique su régimen tarifario para que los clientes que menos consumen paguen una tarifa más baja. La iniciativa tiene un costo de US$ 26 millones que se trasladará a otros usuarios.
Mientras en el ente energético ajustan los números para ver si es posible bajar las tarifas de electricidad para el próximo año, también se analiza una propuesta que hizo el propio ministro de Industria, Raúl Sendic, para que los clientes que tienen un consumo menor paguen una tarifa más accesible.
"Estamos trabajando con UTE sobre la base de ampliar la franja más baja de las tarifas que hoy se ubica en 100 kilovatios (Kw). Le hemos propuesto a UTE que amplíe esa franja a 150 Kw o 200 Kw, y ellos ( por UTE) me van a presentar una respuesta el respecto", reveló a El País el ministro de Industria.
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www.CemeiEstetica.com.uy Según el pliego tarifario de UTE vigente para la modalidad de consumo residencial simple -cuya potencia contratada sea menor o igual a 40 Kw-, de 1 Kw/hora a 100Kw/h se paga $ 2,66, de 101 Kw a 600 Kw $ 3,85 y más de 601 Kw $ 4,21. El cargo fijo mensual para los clientes cuesta $ 110,9.
En diálogo con el País Sendic dijo que "se trata de un cambio muy importante porque la familias humildes no tienen una variación tan importante en el consumo de energía" a lo largo del año como sí la tienen otros consumidores.
Según el funcionario, los consumidores con mayor poder adquisitivo son los que en invierno aumentan en forma significativa el consumo de electricidad por la utilización de calefactores.
Esto lleva a que el consumo suba en esos meses y supere los 1.000 Kw mensuales.
Para Sendic, esto "obliga a UTE a pagar más cara la generación para abastecer a los que más tienen". Entonces, "no tiene sentido que se transfiera a todos (los clientes) el precio por igual", explicó.
Una primera evaluación de esta iniciativa arrojó que UTE dejaría de facturar unos US$ 26 millones por mes.
Consultado sobre quién pagaría ese dinero, Sendic dijo que se va "a estudiar, pero alguien va a tener que pagar ese dinero que UTE estaría dejando de recaudar".
En paralelo con esta medida, Sendic confirmó que si las represas siguen funcionado a un buen nivel como el actual "es probable" un ajuste a la baja de las tarifas de energía eléctrica a partir del próximo año.
"Desde hace días estamos utilizando sólo agua para la generación de energía. El país se está ahorrando por lo menos US$ 3 millones por día al no utilizar combustibles para la generación térmica porque hay un muy buen volumen de producción de las represas", señaló. Asimismo, tampoco se está importando energía a los países vecinos.
Balance. La Dirección Nacional de Energía publicó el balance energético del pasado año. En el mismo se sigue apreciando un aumento del consumo de energía eléctrica per cápita (kilovatio-hora/habitante).
En 2008 el consumo de electricidad por persona llegó a 2.328 Kw, un 8% más que el registrado en 2007.
La leña y el carbón vegetal con el 43% siguen siendo los energéticos más demandados por el sector residencial, por delante de la electricidad (36%), supergás (13%), queroseno (6%), fueloil (4%) y gas natural (2%).
Por otro lado, en cuanto al consumo de energéticos por sector, la industria desplazó al transporte del primer lugar. El año pasado, la industria consumió el 33% de los energéticos, transporte 29%, consumo residencial 23%, comercio y servicios 8%, agro y pesca 7%.
En este caso también se dio un cambio en cómo cubrió la demanda de energía el sector industrial ya que los residuos de biomasa ocuparon el primer lugar como fuente en lugar de la energía eléctrica que lo era en 2007.
En 2008 los residuos de biomasa representaron el 45% del consumo final de energéticos en la industria, luego la electricidad (21%), leña y carbón vegetal (14%), fueloil (12%) y gas natural (4%).
Para el caso del comercio y los servicios la clasificación de las fuentes cambia sustancialmente. La electricidad (77%) es el energético más utilizado, seguido por el gasoil (11%), gas natural (6%), fueloil (3%) y gas propano (2%).
Por otro lado, la sequía de 2008 tuvo directa repercusión en los insumos que se utilizaron para la generación de energía eléctrica.
Mientras que en 2007 con la hidroenergía se generó el 70% de la electricidad, ese porcentaje se desplomó al 31% en 2008 ante la ausencia de lluvias.
Según el balance energético, el año pasado el país cubrió su demanda de energía eléctrica con un 31% de generación hidráulica, 38% en base a dieseloil y gasoil, 23% con fueloil y 7% biomasa.
BiOcombustibles. El ministro de Industria, Raúl Sendic, inauguró ayer en la Cancillería la reunión regional de expertos en tecnología y biocombustibles de segunda generación.
El funcionario valoró los avances que ha instrumentado este gobierno como la incorporación de generación con biomasa y granjas eólicas.
Agregó que el objetivo es seguir "diversificando" la matriz para ir a energías más limpias, y que el uso de biocombustibles de segunda generación "es una alternativa muy interesante".
Los biocombustibles de segunda generación se pueden producir a partir de fuentes no alimenticias como residuos agrícolas y desechos de maderas.
Por otro lado, Sendic anunció que entre el 5 y 8 de octubre quedará inaugurada la planta de biodiesel de la sociedad Cousa-Ancap que comenzará a procesar girasol y soja en una primera etapa.
En tanto, el director de ALUR, Leonardo de León, dijo ayer a El País que el próximo 15 de octubre se inaugurará la destilería que producirá etanol en Bella Unión.
Luego de unos 20 días de producción para acopiar un stock suficiente, se procederá a la mezcla del gasoil con un 2% de biodiesel y etanol con la nafta Premium con 5%, en un primera fase.
Posteriormente, se incorporarán las demás gasolinas.
Los precios de estos combustibles no sufrirán modificaciones y no es necesario realizar ninguna adaptación en los motores de los vehículos.
Por primera vez, la dependencia del petróleo disminuyó un 50%
Por primera vez desde que la Dirección Nacional de Energía lleva registros -desde el año 1965- el consumo de derivados del petróleo perforó la barrera de 50% en el año 2008.
Así lo reveló el último balance energético publicado en la página web del Ministerio de Industria.
El informe de consumo final de energéticos por fuente ubicó a los derivados del petróleo con 46%, siete puntos porcentuales por debajo del registrado en 2007.
Si bien el consumo de derivados del petróleo aumentó en comparación con 2007 en términos absolutos, el peso del crudo en la matriz energética uruguaya se redujo por la mayor presencia de otros energéticos como la biomasa.
No obstante, con el 46% los derivados del petróleo lideran el consumo por fuente, sigue la electricidad (22%), leña y carbón vegetal (15%), residuos de biomasa (15%), gas natural (2%), carbón mineral (1,3%) y derivados del carbón (0,2%).
En 2008 la importación de derivados de petróleo llegó a US$ 8.932,9 millones. En tanto que las exportaciones de Uruguay totalizaron US$ 5.948,9 millones.
Esto arrojó una balanza comercial negativa de US$ 2.984 millones.
El principal salto en el consumo de energéticos si se compara el 2007 con 2008, lo dio el consumo de residuos de biomasa que pasó de 3% a 15% del total.
La leña y el carbón vegetal, por su parte, pasaron del 17% en 2007 del total del consumo de energéticos a 15% el año pasado.
El peso de la electricidad también se redujo en la matriz de consumo al porcentaje más bajo en los últimos ocho años al pasar de 24% a 22% del total.
El País Digital
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