¿Sabías que…… tomar agua en la hora correcta maximiza su efectividad en el cuerpo humano? 2 vasos de agua después de despertar ayuda a activar los órganos internos. 1 vaso de agua 30 minutos antes de comer ayuda a la digestión. 1 vaso de agua antes de bañarse ayuda a bajar la presión sanguínea. 1 vaso de agua antes de irse a dormir evita apoplejías o ataques al corazón.

Patricia Cánepa Carrau - Asesora para el tema "Agua" para PTSS

miércoles, 23 de marzo de 2011

En Tokio el agua no es potable para los recién nacidos




El agua potable en Tokio duplicó el límite de la radiactividad considerada segura para los infantes, informaron el miércoles las autoridades, al tiempo que se acrecentaba la preocupación por la seguridad de los alimentos como consecuencia de la fuga radiactiva procedente de la dañada planta nuclear de Fukushima tras el sismo y posterior maremoto.

El Buró del Agua dijo a los periodistas que una planta de tratamiento del agua potable en el centro de Tokio, que suministra servicio a gran parte de la ciudad detectó que el agua contiene 210 becquereles de iodo-131 por cada litro.

Indicaron que el límite de consumo del iodo-131 para los infantes no debe ser mayor de 100 becquereles por litro. Los bebés en Tokio no deben tomar agua del grifo aunque el nivel de radioactividad no represente un riesgo inmediato para los adultos, informaron las autoridades.

Casi dos semanas después del desastre doble del 11 de marzo, autoridades nucleares están luchando para estabilizar la dañada y recalentada planta nuclear de Fukushima, la cual ha estado filtrando radiación desde que el desastre dañó los sistemas de enfriamiento de la planta.

La radiación se ha pasado a los vegetales, la leche sin pasteurizar, el agua potable e incluso en el agua de mar en las áreas que rodean a instalación nuclear.

El brócoli fue agregado el miércoles a la lista de verduras radiactivos que incluyen también la espinaca, la canola, y el crisantemo verde o comestible.

Previamente, los residentes de la ciudades del noreste de Japón recibieron avisos para no beber el agua del grifo debido a los altos niveles de iodo radioactivo, el cual puede causar cáncer de tiroides. Hasta el miércoles, los niveles encontrados en el agua de Tokio eran mínimos, según dijeron las autoridades.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) informó el martes de la suspensión de las importaciones de productos lácteos y aquellos producidos en la región de Fukushima.

Otros alimentos importados de Japón, incluyendo mariscos, se seguirán vendiendo al público pero primero serán sometidos a pruebas radiactivas.

Los alimentos japoneses representan menos de 4% de todas las importaciones de Estados Unidos, y la FDA no prevé que la radiación ponga en riesgo a los alimentos estadounidenses.

AP
El País Digital









Lo recuerda?

Laura Plitt - Un barco que fabrica nubes

Construir cada barco tiene un costo de US$1.600 millones.

Grandes, pequeñas, alargadas o gordas como pompones de algodón, las nubes tienen la capacidad de rebotar parte de la energía que reciben del sol -entre 1% y 2%- hacia el espacio.

Mediante este proceso, las nubes que se encuentran cerca de la superficie del mar frenan parte de la luz solar que, de otro modo, calentaría las aguas del océano.

Si pudiesen reflejar un poco más del calor que reciben, la temperatura de las aguas se calentaría aún menos.

Esta premisa es la que tomaron como punto de partida los científicos británicos Stephen Salter y John Latham, que investigaron una nueva tecnología que, en opinión de ambos, "podría resolver el problema del calentamiento global".

La idea consiste en amplificar la cantidad de luz solar que reflejan las capas superiores de las nubes bajas, que cubren cerca de la cuarta parte de la superficie oceánica, para evitar que se calienten las aguas de los mares.

Para ello, los expertos diseñaron un barco controlado por satélite que no requiere tripulación e impulsado por energía eólica, que despide por sus chimeneas gotas de agua que absorbe del mar, para aumentar la densidad de las nubes.

Cargadas con más gotas de agua, las nubes aumentarían su poder de refracción de tal manera que "se podría contrarrestar el efecto de las emisiones de dióxido de carbono", le explicó Salter a BBC Mundo.

"Para revertir el daño causado por las emisiones", agrega, "se necesitan lanzar en todo el mundo y de forma constante entre 8 y 9 metros cúbicos de gotas de agua por segundo".

Salter calcula que en la actualidad haría falta poner en circulación por los océanos del mundo unos 300 barcos. A US$1.600 millones por unidad, el costo total de la empresa estaría por debajo de los U$500.000 millones.

Críticas y obstáculos
Uno de los temas más espinosos para los expertos que trabajan en esta propuesta es el de diseñar un sistema de rociado que al absorber el agua del mar no se bloquee con el plancton y otros elementos presentes en la superficie marina.

Nuestro mensaje es que hay que recortar las emisiones en todo lo que se pueda, pero de lo que no se puede reducir, de eso, nos encargamos nosotros
Stepehn Salter, Univesidad de Edimburgo
Aunque otro obstáculo quizá aún mayor es el cúmulo de críticas que genera un proyecto que involucra soluciones tecnológicas cuando la opinión generalizada sostiene que los gobiernos deben concentrar sus esfuerzos en implementar políticas para reducir las emisiones de CO2.

Salter se defiende: "nuestro mensaje es que hay que recortar las emisiones en todo lo que se pueda, pero de lo que no se puede reducir, de eso, nos encargamos nosotros".

A los que consideran que es un desvío innecesario de recursos, Salter les responde, a través de BBC Mundo, con un paralelismo: "es como decir que los pilotos no deben llevar un paracaídas porque entonces no se preocuparán por pilotar su avión correctamente".

El científico reconoce que si bien evitar el calentamiento de los mares no soluciona todos los problemas (porque entre otras cosas no resuelve la acidificación de los océanos) "al menos resuelve la mitad de ellos".

Listo en cinco años

La cara superior de la nube refleja entre 1% y 2% de la energía solar.
La manipulación de las nubes no es una idea nueva. Según comenta John Latham esta clase de experimentación comenzó en los años '40 y el proyecto del barco de las nubes tiene por los menos diez años en circulación.

Sin embargo, ahora la iniciativa parece haber recobrado nuevo vigor, despertando el interés de algunas organizaciones como el Centro del Consenso de Copenhague (CCC), un centro de investigación que se dedica a asesorar a los gobiernos sobre cómo gastar el dinero en proyectos de ayuda.

Asimismo, se espera que la Royal Society -la academia independiente de ciencias del Reino Unido y la Mancomunidad de Naciones- anuncie el próximo septiembre que esta iniciativa es una de las ideas de ingeniería más promisorias.

Si el equipo de expertos consigue financiación para desarrollar el proyecto, Salter calcula el primer prototipo podría ponerse a prueba dentro de cinco añ

BBC Mundo, Medio Ambiente

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