sábado, 27 de marzo de 2010
Mariscos a salvo gracias a uruguayo
Omar Defeo obtiene premio internacional Pew 2010 de Conservación Marina. Gana US$ 150.000 para mejorar el cuidado y la explotación de los recursos.
CARLOS TAPIA
Aunque a simple vista parezca un desorden, en el laboratorio del Licenciado Oceanográfico Omar Defeo, ganador del internacional Premio Pew 2010 de Conservación Marina, todo ocupa su justo lugar. Hay recipientes de variados tamaños y formas, que tras sus transparentes vidrios guardan sustancias tan disímiles como irreconocibles. Los placares están repletos de tubos de ensayo, embudos y decenas de cajas de cartón cuyos contenidos también son un misterio. El enorme microscopio que acapara gran parte de la amplia mesada delata que no se trata de un centro de investigaciones escolar y los numerosos afiches que decoran las paredes recuerdan que es el quinto piso de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara).
Si bien se suele detener para revelar lo que lleva dentro tal o cuál frasco, o mostrar alguna de las publicaciones que descansan sobre uno de sus escritorios, su voz revela timidez, todo lo contrario a su fallecido padre, el periodista de igual nombre que hizo historia en la televisión nacional. Pero aunque lo de Defeo hijo no es la comunicación, explica cada cosa con el mismo didáctico lenguaje con el que se debe dirigir a sus alumnos de Ecología de la Facultad de Ciencias y con el que se prestó a redactar el proyecto que lo llevó a ganar Pew.
El galardón, que este año obtuvieron dos australianos, un sueco, un inglés y el uruguayo Defeo, otorga US$ 150.000 a los mejores cinco proyectos dedicados al resguardo de los océanos, que son seleccionados entre los textos de unos 40 aspirantes. La organización existe desde 1996 y desde ese entonces premió a unos 115 investigadores. El trabajo del científico compatriota apunta a mejorar la conservación de los mariscos en América Latina.
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"Los recursos pesqueros están, a nivel mundial, al borde de su explotación sostenible. Se llegó a un techo de más de 100 millones de toneladas. Esto sucede porque a la hora de implementar el manejo de los recursos hay intereses políticos y socioeconómicos que impiden llevar adelante mejoras", señala Defeo, que se declara "esperanzado" de que su proyecto traiga "importantes avances en la región".
La iniciativa contiene tres aspectos fundamentales. El primero es instaurar un co-manejo de los recursos pesqueros, por el cual el Estado y los pescadores deberán trabajar juntos para gestionar la explotación de los recursos. En segundo lugar se insta a evaluar los efectos del cambio climático. "En las aguas del Pacífico y del Atlántico se ven mortalidades masivas de almejas. No sabemos por qué y es necesario estudiarlo", ejemplifica. El tercer punto consiste en fomentar una red latinoamericana de científicos para llevar adelante la idea en el continente.
Tres años tiene Defeo para lograr su cometido. Además de los 150.000 dólares del Pew, la acción que lleva adelante desde la Dinara cuenta con el poyo del Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Mundial para el Medioambiente (GEF).
La idea central es generar zonas donde la pesca artesanal opere de manera exclusiva. Al mismo tiempo se busca que los pescadores industriales minimicen el descarte para generar aspectos positivos en el ecosistema. "Esto no es fácil, pero es uno de nuestros principales objetivos. Por un lado contamos con el apoyo del Estado, hay una voluntad política para que salga adelante; y por otro, la cámara industrial de Pesqueros del Uruguay conoce la iniciativa y la avala", asegura Defeo.
Pasión. El despertador suena temprano en la casa de Malvín del científico uruguayo de 49 años. Allí vive junto a su esposa, sus dos hijos varones y sus suegros. Apenas pasadas las siete Defeo ya debe estar en la parada de ómnibus para tomar el D1 que lo llevará al centro de la ciudad. Durante doce horas se trasladará varias veces desde la Facultad de Ciencias a su laboratorio en el edificio de la Dinara.
"Trabajo, familia, amigos y estudiantes: estas son las cosas que me apasionan y a las que les dedico todo mi tiempo. Uno llega a una altura de la vida en la que intenta dejar lo mejor que pueda para el país, tanto en lo que tiene que ver con el trabajo que uno desempeña como en los recursos humanos que prepara para el futuro", señala.
En 1979, a sus 19 años, y antes de obtener su licenciatura en Oceanografía Biológica, Defeo comenzó a estudiar el trabajo de los pescadores artesanales. "Aprendí más de ellos que de muchos profesores, pues son los que más saben de los recursos", confiesa. Tras graduarse trabajó en el Instituto Nacional de Pesca (Inape) -antigua Dinara-. Después decidió viajar a Chile para estudiar en la Universidad Católica. Allí realizó experimentos de co-manejo junto con pescadores locales. Luego viajó a México donde obtuvo el título Doctor en Ciencias Marinas en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados de ese país. "Hace pocos años volví a Uruguay, pues percibí que la ciencia volvía a ocupar un lugar importante a la hora de tomar decisiones sobre el manejo de recursos", cuenta Defeo. Su amplio currículum fue el que le permitió ganar el Pew, pues el comité internacional evalúa tanto la propuesta como la experiencia de quién la presente.
Pero no es este el único trabajo que desvela a Defeo. "También estamos desarrollando un programa de estrategias para el manejo ecosistémico de las pescaderías del Uruguay (ver aparte). La idea, igual que con el proyecto para mariscos, es explotar sin perjudicar el hábitat y la biodiversidad", relata el galardonado científico.
Defeo también obtuvo en 2009 el Morosoli de plata a la investigación fundamental. Sobre este premio dice: "Me dejó tan orgulloso como el Pew. Para mí que viví mucho tiempo en el exterior es muy importante ser reconocido por mis pares, por el país que tanto quiero".
Proyectos para evitar depredación
"No podemos darnos el lujo, teniendo pescadores artesanales en una situación económica bastante difícil, de conservar por conservar. Hay que lograr una convivencia entre las estrategias para evitar la depredación y al mismo tiempo explotar los recursos en forma sostenible", afirma Omar Defeo al explicar el proyecto Áreas Marinas Protegidas en Uruguay. Hacia un Manejo Ecosistémico de Pesquerías.
La iniciativa, que comenzará a realizarse en 2010 en cinco centros piloto (San Gregorio de Polanco, Santa Lucía, San Luis, Punta del Diablo y Chuy) se basa, igual que el programa sobre mariscos que llevó a Defeo a ganar el premio Pew 2010, en tres puntos: El co-manejo de los recursos entre los pescadores y las autoridades, la creación de zonas protegidas a la explotación y el cuidado de las especies que viven junto a los recursos explotados.
La propuesta que Defeo lleva adelante desde su laboratorio en la Dinara ya obtuvo la aprobación de esta institución y de la Universidad de la República. Y será financiado por el Fondo Mundial para el Medioambiente (GEF, por sus siglas en inglés) que otorgó un millón de dólares para los gastos necesarios de aquí a dentro de tres años. La FAO también interviene de manera directa y un experto de esta organización internacional trabaja para lograr el objetivo desde la Dinara.
"Es importante entender que no solo la comunidad científica, sino también la sociedad, debe concientizarse que lo mejor para nuestro país es explotar sin depredar. Esto es algo que agradecerán nuestros hijos y nietos", sostiene Defeo.
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